Volví por aquí sin querer, como se vuelve a los lugares en los que uno fue feliz pero sabe que no debería volver, algo así como si fuera mi propio Macondo.
Si alguien me preguntara en estos momentos que es lo que pasó durante los 7 años que estuve ausente, le diría que lo que pasó fué la vida.
Vaya que si pasó.
Pasó como un huracán que no te deja tiempo de pensar ni respirar, solo de intentar ser sin perder del todo la esencia. Sin perderte del todo aunque te pierdas bastante.
Apenas me reconozco en mis textos anteriores, digamos que la vida tiene una forma de pasar que te hace cambiar y renegar de ti mima. Ya no soy la que fui, o mas bien sigo siendo la misma pero diferente. Menos inocente, menos ilusa, con menos brillo en los ojos quizás, pero algo debe quedar dentro, algo debe estar en algún lugar, aunque no sepamos muy bien donde, en algún lugar tiene que quedar un poco de tu esencia, de la persona que fuiste, aunque ya no lo seas.
Ahora la vida nos obliga a detenernos, a mirarnos a nosotros mismos y a los demás, a volver a sentir sin filtros ni interferencias, a tener tiempo a cambio de miedo, el maldito desasosiego sigue estando ahí.
Pero algo bueno puede salir de esto si debido a esta maldita pandemia vuelvo a retomar mi pasión por escribir. Todo lo que aprendí y aprenderé en la vida se puede resumir en las dos palabras que llevo tatuadas en la muñeca, es como una especie de recordatorio por si alguna vez me pierdo, por si desfallezco, son estas dos simples y claras palabras: "Sigue adelante".
Y en eso estamos todos ahora, en seguir adelante.
1 comentario:
7 años es mucho tiempo... y el tiempo nos cambia, nos come, nos devora a veces y nos vamos haciendo pequeños y lejanos.
Pero también podemos escribir, pintar, recordad y SOBREVIVIR... en eso andamos todos.
Te deseo lo mejor.
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