Puede ser

Puede ser, todo puede ser. Puede que el huracán me barra para siempre o puede que consiga agarrarme a un clavo ardiente para que la embestida no pueda conmigo. Puede ser. Todo puede ser.
Puede que el abismo se abra bajo mis pies y caiga en él, o puede que me quede al límite, solo en el límite del abismo, y contemple su grandeza, su furia, su horror.
Puede que venga la tormenta y un rayo me fulmine, o puede que justo en ese momento, en el último momento, un pararrayos acapare su atención y lo desvíe de mi esencia, sólo en el último momento, en el último instante.
Puede que sobreviva o puede que caiga en las garras del dolor.
Pero hoy, en este momento, en este lugar, me digo que no me rindo, que puedo con todo, que puedo conmigo misma.
Puedo ganar esta guerra y tengo intención de hacerlo, tendré que caer muerta para retirarme de ella. Y solo pido que quien me acompañe en esta contienda tenga fuerzas y paciencia para apoyarme en ella. Lo esencial es invisible a los ojos. Echemosle un pulso a la realidad.