jueves, 13 de noviembre de 2008

Y uno aprende y aprende.....

este poema fué decisivo para mí en un momento determinado de mi vida. Hoy quiero compartirlo con todos vosotros:

Después de un tiempo,
uno aprende la sutil diferencia
entre sostener una mano
y encadenar un alma,
y uno aprende que el amor
no significa acostarse
y una compañía no significa seguridad
y uno empieza a aprender.
Que los besos no son contratos
y los regalos no son promesas
y uno empieza a aceptar sus derrotas
con la cabeza alta y los ojos abiertos
y uno aprende a construir
todos sus caminos en el hoy,
porque el terreno de mañana
es demasiado inseguro para planes...
y los futuros tienen una forma de
caerse en la mitad.
Y después de un tiempo
uno aprende que si es demasiado,
hasta el calorcito del sol quema.
Así que uno planta su propio jardín
y decora su propia alma, en lugar
de esperar a que alguien le traiga flores.
Y uno aprende que realmente puede aguantar,
que uno realmente es fuerte,
que uno realmente vale,
y uno aprende y aprende...
y con cada día uno aprende.

Jorge Luis Borges

3 comentarios:

Anacronista dijo...

Aprender... ¡Qué difícil, qué duro se supone eso a veces! Y es a uno le gustaría que no tuvieran que ser así las cosas, pero comprobado está que aquellas son las mejores maneras de aprende. Que el hombre es duro y no hay mejor remedio que las caídas... A veces también lo dudo.

Un beso.

Celia Ruiz dijo...

Lo mejor sería aprender a no dejar la propia felicidad en manos de otros, aunque me parece que es una de las cosas más difíciles de conseguir, algo así, como que el frío no te encoja o o que el calor no te sofoque...

Anónimo dijo...

Una hermosa lección de vida, que yo te agradezco que hayas compartido.
Me la imprimiré y la tendré bien cerca, dentro de mi libro de cabecera, para recordarme continuamente el camino a seguir.
Un beso muy fuerte y feliz domingo.
Espero que vaya todo genial al otro lado. Cuídate.